Es Cartago, en el norte de África, en lo que ahora es Túnez. Es el siglo VI a.C. Estamos en la capital del estado púnico, es decir de los fenicios de occidente. Y ahí, alguien, en la necrópolis, olvida una tarjeta con la inscripción “mi Puniel Karthazies”: “soy un fenicio de Cartago”.
Pero la inscripción está en etrusco y los fenicios se decían canaaneos a sí mismos. ¿Qué pasa?
De estos y otros apuntes sueltos traídos del libro “Mare Aperto” de Luca Misculin hablaremos hoy en #LunesDeLenguas
El libro de Misculin es una historia cultural, política, geológica y mitológica sobre el Canal de Sicilia, la parte del Mediterráneo que está, justamente, entre la isla italiana y los estados contemporáneos de Túnez y Libia. Habla de muchas cosas que no tienen que ver con lenguas, pero lo recomiendo mucho de todas maneras, si pueden leer italiano.
Pero volviendo a los fenicios, estos eran un pueblo semítico que se consideraban hijos de Canáan y vivían en el extremo oriental del Mediterráneo.
Es decir, su origen estaba en las costas de lo que ahora es Líbano, Palestina, Siria e Israel.
A los fenicios les encantaba tanto navegar como fundar nuevas ciudades para poder comerciar. Y por eso en algún momento del siglo IX a.C. fundaron Cartago al otro extremo del Mediterráneo.
Allí se volvieron famosos por comerciar una exquisitez que el resto del Mediterráneo codiciaba: el color morado*.
El tinte morado se conseguía recogiendo las secreciones de ciertos caracolitos (o machacando sus caparazones) que se pueden encontrar por la costa de Tiro (la primera capital fenicia, en el actual Líbano).
en.wikipedia.org/wiki/Tyrian_p…
El color era escaso en la naturaleza y el proceso para producirlo era dispendioso, por lo que era muy caro. Y se convirtió en símbolo de riqueza y de realeza. Sólo la gente más acaudalada podía darse ese lujo. El lujo de comprarles a los fenicios.
Entonces, una de las principales teorías de por qué los hijos de Canaán comenzaron a ser conocidos como “fenicios” tiene que ver, justamente, con el morado.
En giergo antiguo, “morado” se dice φοῖνιξ (fóiniks). Palabra que también quiere decir “dátil” (otro gran éxito del comercio fenicio) y “fénix” (como el ave mitológica.
en.wiktionary.org/wiki/%CF%86%…
Pero queda la pregunta: ¿los griegos nombraron al color por los fenicios? ¿O nombraron a los fenicios por la palabra que tenían para el color?
Misculin cree en la segunda opción, por otra palabra griega, φοινός (foinós), que significa tanto “rojo sangre” como “mortal”.
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Es decir, que el autor dice que ya había una palabra que significaba “rojo sangre” y que la palabra para morado, un color similar, derivó de ahí.
Esta etimología sigue siendo algo incierta. Pero sin importar qué vino primero, influenció la opinión que tanto los griegos como los romanos llegaron a tener sobre los fenicios.
En la Ilíada, compuesta quizás durante el siglo VIII a.C., los fenicios son descritos como πολυδαίδαλοι (polydáidaloi), “los de muchos talentos artísticos”.
En el siglo V a.C., tanto fenicios como persas intentaron conquistar Sicilia, entonces territorio griego.
Ninguno lo logró, pero desde entonces para los griegos ambos pueblos quedaron en la categoría de “bárbaros” (del griego βάρβαρος, bárbaros, “el que balbucea” o, más literalmente, “el que sólo dice blah blah”).
Los fenicios no eran vistos ahora sólo como gente que hablaba una lengua diferente (aunque como buenos comerciantes, y como muestra la tarjeta del inicio de este hilo, eran buenos aprendiendo otras lenguas), sino que además se convirtieron en un “otro”: una gente malvada, violenta y sangrienta cuya mera existencia nos pone en riesgo, por lo cual no son dignos de confianza.
En la “República” de Platón, del siglo IV a.C., Sócrates dice que las mentiras son “cosas fenicias”.
En su política, Aristóteles dice que los fenicios están “inclinados a la guerra”.
Quizás desde este punto de vista tenga sentido que su nombre tenga que ver con la palabra para decir “mortal” y “sangre”.
En el siglo III a.C. los romanos ya habían conquistado no sólo Sicilia, sino todas las ciudades griegas. Y además de importar la religión y buena parte del vocabulario, también importaron el odio hacia los fenicios. Y en particular hacia los cartaginenses.
En latín, fenicio se dice “poenus” o “poenicus”, dos romanizaciones diferentes de la palabra “foinix” hecha para una lengua que no tenía una f aspirada (como sí la tenían los griegos), ni sabía pronunciar la x (ξ).
etimologias.dechile.net/?pu.ni…
De ahí viene el adjetivo “púnico” (como en las guerras púnicas) para referirse a los cartaginenses. Y de ahí viene la expresión coloquial latina “fides punica” (“pacto cartaginés”) para referirse a una mentira o a una traición.
El odio romano por Cartago llegó al punto que, en las guerras púnicas, se propusieron no sólo derrotar a su rival, sino a borrarla del mapa.
Por lo que la alocución “Carthago delenda est”, de la que hablaremos alguna otra vez, se volvió famosa.
es.wikipedia.org/wiki/Carthago…
Pero, un momento, volvamos a esa inscripción del principio. Dije que era del siglo VI a.C. y que estaba en etrusco. Es decir que los fenicios ya viajaban a la península itálica antes de que Roma fuera “caput mundi”.
Y es decir que los fenicios ya eran conocidos como “punies” en etrusco, antes de que el latín dominara la península y quizás antes de que las influencias latinas entraran al latín.
Así que es posible que hayan sido los etruscos los que no tenían f aspirada ni x. Y que ellos se hayan inventado eso de “púnicos” tras escuchar el nombre griego para esta gente.
No sabemos con seguridad.
Lo que sí sabemos es que tanto el alfabeto etrusco, como el griego, como el latino derivan del fenicio. Ah, gente pa' echada pa'lante en.wikipedia.org/wiki/Archaic_…
*O púrpura, o violeta, o como le digan en su casa. Pero yo soy colombiano y digo morado porque he tomado muchos jugos de mora.
noblogo.org/lunes-de-lenguas/e…
